Cómo pasar de morena a rubia

 Buenas Juernes!!
Tenía muchas ganas de explicaros como de repente un día decidí dejar el miedo atrás y me atreví a cambiar radicalmente de look de morena a rubia!!
El cambio tiene su miga, ha necesitado sus diítas, las que habéis seguido el proceso por Instagram ya sabéis como ha ido la cosa 🙂
Antes de empezar a contaros mi aventura, os diré que nunca jamás me he teñido el pelo más de tono arriba tono abajo de mi color natural… el atrevimiento no es mi fuerte, pero eso ya es historia!! He cambiado radicalmente, tanto que el primer día no quise salir de casa :S, pero ahora no sé qué deciros… igual ya sólo sé verme rubia 😉
Bueno, el primer día acudí a una peluquería (de nombre reconocido) con la intención de volver a casa a lo Marilyn, pero sin vestido blanco, que mi barriga de mami reciente todavía no me permite esos modelitos, démosle un poco de tiempo al running que haga su trabajo ;). Una vez sentada en la butaca con un cóctel de ilusión y nervios a flor de piel, la peluquera me informa de que de Marilyn nada, que era imposible, que me haría unas mechas con las que me vería súper rubia, un mes después me haría otras tantas y así hasta el infinito, hasta que un día de repente me vería rubia por fin.
Ante la promesa de que me iba a ver ‘clarísima’ le dejé que me hiciera un millón de mechas finas… al acabar la tortura (porque no tiene otro nombre) eso ni era rubio, ni me veía clarísima, ni ná de ná, sólo me veía con 10 años más. Aquí el resultado del día 1:
Pues eso, que esto y nada… Dinero tirado a la basura y autoestima aplastada del todo :S
Esa misma tarde llamé a mi peluquera del barrio, una chica joven, tatuada hasta las trancas y con un estilo a lo pin-up que va cambiando según le viene en gana. (No me preguntéis por qué no fui a ella directamente, cosas de mi marido…) Le expliqué lo que quería (le envié una foto por Whatsapp) y también lo que me habían hecho… todavía no puede parar de reír :'(
Dos días después fui a su peluquería. Me explicó que el proceso de decoloración del cabello es complicado porque el resultado depende muchos factores: si lo llevas natural o teñido, que hay diferentes tonalidades post-decoloración algunas más anaranjadas y otras más amarillas… Aún así yo le dije que me atrevía a probarlo y si no me gustaba siempre podría taparlo de nuevo.
Me puso decolorante en las puntas, una media hora después en los medios-puntas y 20 minutos después en las raíces. Estuve con decolorante en la cabeza más de una hora. Me aplicó un poco de decolorante en las cejas, pero sólo lo dejó UN minuto, para romper un poco mi color natural. Cuando me retiró el decolorante me puso un matiz (un champú con tinte). Éste fue el resultado, un rubio, un poco amarillo y más platino allá donde estaban las mechas anteriores:

 

Durante la siguiente semana estuve ‘mimándome’ el pelo con marcarilla, champú hidratante-reparador y ampollas rescate. Tras la decoloración el pelo necesita hidratación a tope para superar el impacto que supone una decoloración tan bestia.

 

Una semana después, yo misma en casa, me puse un tinte rubio con un tono más natural, rubio deslumbrante 9.32, de la colección Blonde Legend de L’Oréal.
El tinte me hidrató muchísimo el cabello y el color resultante me pareció menos platino, pero más natural…
Qué os parece el cambio? Ya no quiero volver a ser morena…jejeje
Besitos *.*
Hasta la próxima!

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